¿SOMOS SOLO NUESTRO CEREBRO?
Podemos afirmar que el cerebro es el órgano más importante respecto a nuestro comportamiento, pues determina nuestra conducta y actitudes. A pesar de su importancia, no somos solo nuestro cerebro ya que este constituye únicamente una parte de nosotros y no es el responsable de que los humanos seamos como somos.
A lo largo del tiempo, los propios individuos han sido quienes han ido inventando y perfeccionando actividades que actualmente son básicas como la escritura o la lectura y el cerebro solo ha sido un medio que permitiera su existencia, pero no las ha creado, por tanto, no podemos atribuir todo al cerebro. Por consiguiente, los humanos tenemos el dominio sobre nuestros pensamientos siendo el cerebro un órgano mediador que permite que estos existan en él. Además, hay respuestas cerebrales que son automáticas por lo que no están condicionadas por nuestra voluntad ni consciencia. Estas tienen entonces una capacidad de actuar modificando estos mensajes automáticos. Ambas pueden interpretar las cosas de una forma u otra, inventar hechos u ocultar recuerdos.
Asimismo, no podemos afirmar que somos víctimas de nuestro cerebro ya que no solo nos definen los factores biológicos, sino que influyen otros aspectos en nuestro desarrollo y formas de ser como son el entorno cultural y social. Nuestros antepasados vivían en un ambiente más primitivo con una tecnología muy rudimentaria y por ello tenían unas formas de vida distintas a las actuales, lo cual no está condicionado por el funcionamiento cerebral. De la misma forma hoy en día vivimos en un entorno mucho más desarrollado que ha alterado las formas de ser y de vida de los humanos respecto al pasado. Esto se debe a la evolución cultural y social, y especialmente a la educación, que en gran parte debemos a nuestra alta capacidad cerebral que ha constituido un factor esencial para conseguir todos estos avances.